Este día 26 de mayo en el santoral de la Iglesia Católica se recuerda a un hombre muy especial, un hombrecillo que al igual que San Francisco y Clara de Asís, tras muchos años de vida, me arrebató el corazón: San Felipe Neri.
Pero, ¿quién era Felipe Neri?
Les respondo que fue un hombre con una vida sencilla, algo difícil su tiempo, pero con una inmensa alegría que le brotaba del corazón en todo momento. Italiano, radicado en Roma, y con la frustración de no haberse ido de misiones como tanto lo deseó, pero complacido al reconocer que su tierra de misión era Roma misma, redibujar el rostro de la Iglesia siendo una parte importante del movimiento de la Contrareforma. ¡Imaginense el vivir desde dentro de la alta jerarquía el no poder tapar el sol con un dedo!, es decir, ver directamente los grandes errores de la Iglesia y ver la necesidad de velar por el verdadero ideal de la misma en todo momento.
Felipe, como hijo de su tiempo, le tocó una vida como un hombre representativo del Renacimiento, no vivió lo que correspondió por nacimiento, sino que pudo elegir y eligió la mejor parte: a Jesús Cristo en su corazón en todo momento.
Hoy en la Eucaristía de su celebración en el Templo de La Profesa, aquí en la Cd. de México, el padre Prepósito del Oratorio de la casa del mismo nombre, al referirse a Baronio, su primer discípulo y gran amigo, hizo la reflexión profunda en todos los ahí presentes en la sencillez y el arrebato que pudo haber provocado este hombrecillo para haberse podido convertir en motivo de "elección" de hombres grandes como lo fué Baronio, y luego otros más.
Felipón, Felipón, como le decián los niños con quienes jugó mucho, aún siendo ordenado sacerdote en su tiempo (cosa que no era en ese momento bien vista), nunca dejó de ser un niño.
Caprichio, su gato que siempre tuvo, es decir, al parecer cuando se le moría uno se hacia de otro y simplemente le ponía el mismo nombre, ¿curioso no? Detalles como este nos muestra cómo Dios opera en los hombres que desde su sencillez saben ponerse "dociles" a su voluntad, ¡qué duro nos es a muchos!
Entre las virtudes de Felipe estaba aquella que al confesar a las personas, al platicar con ellas, les sabía conducir a expresar lo que en su corazón se anidaba, pero las estructuras sociales, los traumas personales, los miedos, no daban posibilidad de expresar. Una anecdota muy chistosa es aquella que trata de una monja, de quien Felipe era su confesor; se cuenta que la monja estaba decidida a dejar el convento, pues era atormentada por sueños "impropios" que según ella le alejaban de la verdadera contemplación hacia Cristo. Tras varias vueltas de días en su cabeza se resolvió y esperó paciente el día de plática con su confesor; que al llegar y verla pudo ver su corazón llorar y con gran tristeza, la tomó acercándola a un crucifijo que ahí había en la habitación y le preguntó: "¿quién es?", ---"Es Nuestro Señor Jesucristo padre", --"y ¿cómo esta?", ---"Crucificado padre", y en esto comenzó la monja a llorar, luego Felipe le dijo "¿y por quién está así?", a lo que la monja respondió "por los pecadores", luego Felipe dijo "¿y qué eres tu?", la monja se cubrió con ambas manos el rostro llorando y dijo "una pecadora", y Felipe concluyó: "pues bienvenida a la Gloria hermana". Tras esto la monja ya no dudo más de su vocación ni de que esta estuviese peleada con su humanidad, que Felipe le hizo ver que Dios la amaba TODA, más humana que santa.
En fin, si gustan leer más de la vida de Felipe Neri esta es la mejor bibliografía que les recomiendo:
Felipe Neri: El Fuego de la Alegría
Autora: Meriol Trevor.
Y les dejo con el dulce aroma que despierta en el espíritu unas máximas de Felipe Neri:
"Quien quiera algo que no sea Cristo,
no sabe lo que quiere;
quien pida algo que no sea Cristo,
no sabe lo que pide;
quien no trabaje por Cristo,
no sabe lo que hace"
-San Felipe Neri
no sabe lo que quiere;
quien pida algo que no sea Cristo,
no sabe lo que pide;
quien no trabaje por Cristo,
no sabe lo que hace"
-San Felipe Neri
"Como es posible que alguien que cree en Dios
pueda amar algo fuera de Él".
-San Felipe Neri
"¿Oh Señor que eres tan adorable
y me has mandado a amarte,
por qué me diste tan solo un corazón
y este tan pequeño?"
-San Felipe Neri
"Estad quietos, si podéis","escrúpulos y melancolía, fuera de mi casa",
"sed humildes y no altaneros",
"el hombre que no hace oración es un animal sin palabra";
y, llevándose la mano a la frente, "la santidad consiste en tres dedos de frente".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario