Curiosamente, al menos para mi, cuando era niño me gustaba volver la vista la cielo, en las tardes que el sol ya no me lastimaba, en las noches de lucha llena para ver la diferencia de las estrellas con respecto a cuando la luna menguaba completamente, e imaginaba que había mundos más allá de las estrellas, y allá quería yo llegar, caminando, volando o disparado. Vaya, que siempre vi una noche diferente, nunca vi dos noches iguales con la misma disposición de objetos "arriba".
Yo crecí en un lugar costero, y parte de mi infancia la pasé en una zona cuasi rural, cercana a la gran ciudad de aquel entonces. Por aquellos años cuando nos llegaban a visitar personas que tuvieron un viaje de más de 12 hrs en coche, pues para mi era algo "muy pero muy lejano", claro, pensaba que no tanto como las estrellas, pero recuerdo que cuando de niño comencé a escuchar de viva voz relatos de las personas que habían estado en la "gran ciudad de México", o en los Estados Unidos, para mi eran lugares que sabia eran lejanos, pero igual deseaba estar ahí, para como testigo invisible, presenciar los relatos que me hacían.
De niño comencé a hacer muchas amistades, y cuando tuve oportunidad de conocer gente "de fuera", pues les hacía preguntas hasta de cómo agarraban los alimentos, o si a su perro les decían igual que en mi casa.
Bueno, pero todo lo que les he compartido hasta este momento tiene la finalidad de hablarles de una película. Se trata de "Mary and Max", o "Maria y Maximo (o Maximiliano)", esto en un esfuerzo de interpretar la lengua en algo que sea más cercano a lo que vivimos. Es una película australiana, del año 2009, animada con la técnica "stop motion", con figurillas moldeables en un material tipo plastilina o macilla.
"Mary and Max" es un cuento o historia acerca de la amistad que surge entre dos perfectos desconocidos que se conocen por intercambio de cartas escritas, usando el correo ordinario postal. Mary es una niña de 8 años, solitaria, que vive en los suburbios de Melbourne, Australia, y Max es un hombre de 44 años, con obesidad severa, que vive en Nueva York, EE.UU.
La amistad entre Mary y Max embona a partir de las preguntas sin resolver que cada uno tiene del mundo en el que viven, de lo que consideran desconocido, y de lo que creen que saben del mundo, pero es necesario corroborarlo con alguien más que en honestidad hable respondiendo. A uno y al otro le surgen inquietudes de lo que para el otro es "correcto" o "no correcto" en la sociedad que viven, y hallan cosas comunes, como los sueños y las frustraciones. Uno ayuda al otro, y uno se enoja con el otro, como ocurre en cualquier amistad, pero aqui la comunicación es lenta, a destiempo, y amarrada al ánimo con que se desea saber una respuesta. El final es precioso, pero no convencional, y lo llamo "precioso" porque cada uno de los personajes aprende más de lo que esperaba del otro, y como en cualquier historia humana los miedos, las esperanzas y las frustraciones, pueden orillarnos a pensar por el otro, sin atrevernos a consultarle, o a dar lo que creemos que el otro necesita.
Les puedo sugerir que la vean, yo lo hice en una noche de trabajo muy cansado, pero quise irme a la cama con ideas para echar a descansar mis sueños, y la noche de un lunes al ver esta película se me vinieron a la mente los pasajes de mi niñez en que formulaba el mundo exterior, en que apreciaba la noche, y también las amistades que sostuve a través de cartas escritas con amigos entrañables.
Aquí les comparto el trailer/corto de la película. Esta disponible en muchos videoclubes, y servicios onLine también. Ojalá la puedan disfrutar.
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