jueves, mayo 08, 2008

Viniendo al sur desde Los Angeles

Hace una semana que andaba de regreso, eran las 2:15 pm del jueves de la semana pasada cuando me despedí de la casa parroquial, mis amigos Esvin y Cipriano me acompañaron a tomar la camioneta que me llevaría de regreso a San Ysidro (allá así lo escriben, con "Y" en lugar de "I"). El tiempo se fue rápido, más del que hubiese imaginado.

¿Qué hice en Los Angeles?
R. Visitar a un amigo y hacerme de otro: Cipriano, y de muchos nuevos rostros para mi corazón, gente que participa de la misión scalabriniana por aquellas tierras.

¿Qué me pareció gringolandia?
R. Extremos, varios extremos, de repente sentia estar en la sala del palacio del Tio Sam, y a la esquina siguiente parecía que cambiaba a la ventana de las miserias. ¿Por qué digo esto?, porque se me hace injusto que halla tanta pobreza, tanta gente buscándose aún a si misma sin tener conciencia de ello, porque los escalones sociales son abismales, porque se tiene miedo de ellos mismos, cuando se esta perdiendo la confianza en sus instituciones (en México estamos peor), porque la felicidad tiene precio evidente por allá, porque el dinero no es problema para el que lo busca, y porque... es terrible el ver que es verdad, basta un probadita, para darse cuenta de que se estan agotando más de la mitad de los recursos que genera el planeta.

Una probadita: es común que no apaguen sus computadoras. Siempre están encendidas.
Otra probadita: tiran comida como tirar papeles sucios del baño.
Otra ultima: no se aceptan como una nación formada por migrantes, ellos mismos se marginan si no se tiene un numero se seguridad social (si no eres "legal").

En fin, ¿qué me gustó más?
R. Que halle gente muy linda que aún cree en su país, gente que aún sonríe y que le apuestan a su pueblo más allá de una frontera y una moneda. Me gustó mucho ver gente que aún cree que las cosas mejorarán y que sus familias podrán crecer en un lugar mejor.

¿Qué me pareció mas triste de los migrantes por allá?
R. Que la mayoría de ellos se comportan y trabajan como en su país no lo hicieron, que echan pestes, malas palabras, de un país al que no le trabajaron y que creen que allá serán o harán lo que por acá no fueron ni hicieron. Por allá andan bien derechitos, no hacen ni ruido, caminan por las banquetas y no fuman donde esta prohibido, andan hasta de mirada caída, pero... solo al regresar por un ratito de este lado de la frontera vuelven a sus andadas, roban, hablan feo, caminan por la calle entre los coches, manejan los coches sin respeto del peatón, fuman sin que se los pidan, y ... dicen que por allá se vive como se debería de vivir.

En fin, solo son palabras para decirles lo que sentí, y... pa' cuando regrese o visite otro lugar de aquel país creo que me formaré una mejor visión, pero de momento el sueño americano creo que no es para mi, por aca ya vivo el mio y mucho, pero mucho, me gusta.

¡Salud!

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